Wall Street no levanta cabeza: desplome sostenido ante el temor global

El S&P500 vuelve a teñirse de rojo por tercera jornada consecutiva. El índice, que agrupa a las 500 compañías más representativas de Estados Unidos, registra una caída acumulada del 10,8% en los últimos cinco días, perdiendo más de 600 puntos en ese lapso. Solo en la jornada de hoy, 7 de abril, el descenso ya roza el 1,75%. Una tendencia preocupante que reactiva los fantasmas del pánico en los mercados.
La corrección del índice no es un simple ajuste técnico, es una señal clara de que el mercado está reaccionando con fuerza a una combinación peligrosa de factores: tensiones geopolíticas, rumores sobre nuevos aranceles y la creciente incertidumbre económica global. Desde Asia hasta Europa, los mercados también presentan síntomas de inestabilidad, pero es Wall Street quien lleva el timón... y, de momento, navega en dirección sur.
Las tecnológicas arrastran al conjunto del mercado

Como ya advertimos hace semanas en nuestra publicación sobre el “miedo arancelario y el desplome generalizado”, la presión bajista se ha cebado especialmente con las tecnológicas. El Nasdaq no ha sido ajeno al castigo, pero el S&P500, pese a su diversidad sectorial, tampoco ha resistido. Empresas como Apple, Tesla o NVIDIA, que en otro momento fueron el motor del rally alcista, están ahora entre las más golpeadas.
La sobreexposición a estos gigantes, sumada a las tensiones comerciales renovadas (especialmente entre EE.UU. y China), ha desencadenado una espiral de ventas que sigue sin encontrar suelo. Esta reacción no solo refleja el temor a un freno económico, sino también una posible reevaluación del optimismo que hasta ahora predominaba en el mercado.
Mirada puesta en la Fed… y en los valores refugio que (esta vez) no responden igual

En este entorno de caída sostenida del S&P500, lo lógico sería mirar hacia los activos refugio. Pero esta vez, el comportamiento no ha sido el habitual y deja lecciones muy interesantes.
El oro, que tradicionalmente actúa como refugio cuando todo tiembla, ha sido esta vez el más castigado. El SPDR Gold Trust acumula una caída del 4,74% en los últimos cinco días, rompiendo por completo con su papel habitual de valor seguro. Su desplome en paralelo al del mercado refuerza la idea de que los inversores están cambiando su percepción sobre dónde refugiarse.
En contraste, el franco suizo y el yen japonés han hecho bien los deberes. El fondo Invesco ligado al franco sube un 2,88%, mientras que el del yen avanza un 1,09%, confirmando su papel como divisas de confianza cuando la volatilidad se desata. A esto se suma el rendimiento sólido del ETF de bonos del Tesoro a corto plazo, que gana un 0,35%, demostrando que el mercado está priorizando la seguridad y liquidez inmediata sobre los metales preciosos.
¿Y el IBEX? También en rojo

El IBEX 35 español, que venía de encadenar una sólida tendencia alcista durante los últimos seis meses, ha sufrido un fuerte revés en los últimos días. El índice se mantenía en positivo en lo que va de 2025, con una revalorización acumulada, llegando incluso a rozar los 13.500 puntos. Todo apuntaba a que iba a firmar uno de sus mejores inicios de año en más de una década.
Sin embargo, en apenas cinco días se ha desinflado por completo, perdiendo un 10,61% de su valor y cayendo hasta los 11.785 puntos. Solo en la jornada de hoy ha registrado un desplome del 5,12%, reflejando que el miedo ya ha calado de lleno en los mercados europeos. Lo que parecía un año de consolidación alcista se enfrenta ahora a un punto de inflexión que podría marcar el rumbo del segundo trimestre.