Un nuevo informe de LinkedIn destaca cinco tendencias clave que están remodelando el marketing B2B, marcando un punto de inflexión en la forma en que las empresas miden y optimizan sus estrategias. A medida que el sector evoluciona, las marcas están adoptando enfoques más sofisticados para la medición del impacto y la atribución de resultados.
1. De la medición de costes a la medición de ingresos
Durante años, las métricas de marketing se han centrado en indicadores como clics, impresiones y conversiones, pero ahora la prioridad es medir el impacto en los ingresos. Ya no basta con analizar cuánto cuesta atraer a un usuario; lo importante es cuánto valor aporta al negocio.
Los líderes del sector están apostando por métricas como el Lifetime Value (LTV) y el pipeline de ventas generado. Herramientas como los informes de atribución de ingresos de LinkedIn permiten conectar las campañas con datos reales de CRM, ayudando a entender qué acciones generan oportunidades comerciales reales.
2. Medir el ROI del branding con datos concretos
Las marcas siempre han sabido que la inversión en imagen es clave, pero hasta ahora demostrar su impacto ha sido complicado. Cada vez más empresas están desarrollando modelos para medir el retorno de la inversión (ROI) en marketing de marca, utilizando estudios de brand lift y correlacionando la inversión en branding con el crecimiento del negocio.
Esta tendencia responde a la exigencia de los directivos de ver datos tangibles. Ya no basta con impresiones y notoriedad, ahora se buscan métricas que prueben cómo la inversión en branding contribuye al pipeline de ventas y a la captación de clientes a largo plazo.
3. Adiós al modelo de “último clic”: un enfoque más preciso con IA
El método de medición basado en el último clic está quedando obsoleto. Con tantos canales influyendo en los compradores en distintos momentos, las empresas están optando por sistemas más avanzados que analizan todo el recorrido del cliente.
La inteligencia artificial permite evaluar con mayor precisión el papel de cada punto de contacto en el proceso de compra. Los modelos multitouch y predictivos reparten el peso de cada interacción, optimizando la inversión en los canales que realmente impulsan la conversión.
4. Medición a corto, medio y largo plazo
Medir el éxito solo a corto plazo ya no es suficiente. Las empresas están implementando modelos de medición en distintos plazos: optimización diaria con ROAS, análisis de pipeline en semanas o meses, y evaluación del valor de vida del cliente (LTV) a largo plazo.
Esta estrategia permite tomar decisiones más acertadas y ajustar el presupuesto de marketing en función de los resultados reales. Además, el seguimiento a largo plazo ayuda a identificar tendencias y patrones que pueden mejorar la rentabilidad de las campañas futuras.
5. Integración de datos en tiempo real para decisiones más ágiles
Los datos en tiempo real son esenciales para optimizar estrategias sobre la marcha. Sin embargo, el reto está en consolidar distintas fuentes de información para obtener una visión global del buyer journey.
Las empresas que logran integrar datos en un solo dashboard pueden responder de forma más rápida y efectiva a cambios en el mercado. Plataformas como LinkedIn están apostando por soluciones que combinan datos de engagement, ventas y comportamiento del usuario para ofrecer una visión más precisa del impacto del marketing.
Puedes leer el informe de LinkedIn aquí.