Cambios en las Normas en Google Business Profile
Google ha implementado una nueva actualización en las políticas de su herramienta Google Business Profile, dirigida a empresas que comercializan productos restringidos por edad. A partir de esta medida, dichas empresas deberán contar con un establecimiento físico para poder mantener su perfil activo en la plataforma. Este movimiento busca reforzar la seguridad y la confianza de los usuarios en las transacciones realizadas a través de Google.
El gigante tecnológico exige que estos negocios demuestren tener una dirección física operativa, lo que significa un ajuste importante para empresas que hasta ahora dependían únicamente de plataformas digitales para distribuir productos como bebidas alcohólicas, tabaco u otros bienes restringidos. Según la nueva política, los negocios que no cumplan este requisito perderán la posibilidad de aparecer en las búsquedas locales o en Google Maps, impactando significativamente su visibilidad.
Impacto para los Negocios Digitales
Esta actualización afecta particularmente a empresas pequeñas y medianas que operan exclusivamente en línea. Aunque la intención de Google parece ser mejorar la regulación y seguridad en la venta de productos sensibles, varios empresarios podrían enfrentarse a retos logísticos y económicos para cumplir con estas nuevas disposiciones.
El movimiento también plantea preguntas sobre el futuro del comercio en línea y la necesidad de adaptarse a marcos legales y normativos cada vez más estrictos. Para empresas que ya cuentan con locales físicos, la medida refuerza su ventaja competitiva al asegurar un nivel adicional de legitimidad frente a los ojos del consumidor.
Mi opinión como profesional del sector
Pienso que este movimiento por parte de Google refuerza la estrategia en la que ha venido insistiendo en los últimos años, especialmente en 2024, marcada por el auge de la inteligencia artificial y la proliferación de contenido de escaso valor. En esencia, busca garantizar a los usuarios la mejor experiencia posible, previniendo estafas comerciales. Al exigir que las empresas cuenten con un local físico, fomenta prácticas empresariales responsables y ejemplares.
No obstante, esta medida impactará negativamente a pequeñas empresas que, pese a ofrecer productos de calidad, están en sus primeras etapas y carecen del respaldo económico necesario para mantener un establecimiento físico. En este sentido, también se convierte en una barrera de entrada que podría limitar las oportunidades para emprendedores emergentes, beneficiando principalmente a empresas consolidadas que ya cumplen con estos requisitos.