Amazon ha tomado la decisiĂłn de poner fin al teletrabajo y exigir que sus empleados regresen a la oficina a partir de enero los 5 dĂas a la semana, abandonando asĂ el modelo hĂbrido que habĂa implementado desde la pandemia. En un comunicado reciente, el CEO de la compañĂa ha anunciado que todos los trabajadores deberán asistir a la oficina cinco dĂas a la semana, lo que marca un cambio drástico respecto al modelo flexible anterior. Esta medida no solo afecta a los empleados que habĂan adoptado el trabajo remoto como parte de su rutina, sino que tambiĂ©n pone en riesgo la estabilidad de los cargos intermedios dentro de la organizaciĂłn.
Un golpe a los cargos intermedios
Amazon, como parte de su estrategia para “recuperar su cultura corporativa”, ha decidido reducir el número de managers y cargos intermedios en un 15% para 2025. Según la dirección, se busca agilizar la estructura de la empresa, reduciendo la burocracia y enfocándose en equipos más operativos y productivos. Sin embargo, este enfoque ha sido recibido con recelo por parte de los trabajadores. Muchos managers se encuentran ahora "en la cuerda floja", enfrentando posibles despidos o degradaciones, ya que Amazon prioriza a quienes desarrollan funciones más técnicas o directas.
Este movimiento no es único de Amazon, ya que gigantes tecnológicos como Meta y Microsoft también han seguido estrategias similares en su intento de optimizar costes y estructura. Sin embargo, el anuncio ha generado descontento entre los empleados, quienes ven cómo se desvanece la promesa de un modelo de trabajo más flexible y adaptado a la realidad post-pandemia.
Un cambio impopular
Desde el 2020, cuando Amazon adoptĂł inicialmente el teletrabajo a raĂz de la pandemia, muchos empleados reorganizaron sus vidas personales y profesionales en torno a esta modalidad. El nuevo mandato, que incluye un periodo de transiciĂłn hasta enero, ha sido visto como un retroceso, rompiendo con la promesa de un futuro laboral más flexible. Los empleados que habĂan creĂdo en un modelo hĂbrido permanente deberán adaptarse nuevamente al entorno presencial o enfrentarse a la disyuntiva de buscar empleo en otro lugar.
El CEO de Amazon ha defendido la medida argumentando que el trabajo en la oficina fomenta una mejor colaboraciĂłn, creatividad y aprendizaje entre los empleados. Asegura que estar fĂsicamente juntos permite una mayor conexiĂłn y productividad, aspectos que, segĂşn la direcciĂłn, se han debilitado con el teletrabajo prolongado.
La cultura empresarial en juego
Otro de los motivos detrás de esta decisiĂłn es el deterioro de la cultura empresarial de Amazon, algo que, segĂşn el actual CEO, ha sido evidente desde la salida de Jeff Bezos. En un intento por volver a los valores que llevaron a la empresa a su posiciĂłn actual, se han planteado estos cambios como necesarios para revitalizar la compañĂa. A pesar de esto, muchos empleados no comparten esta visiĂłn y han expresado su descontento, considerando que el teletrabajo habĂa sido exitoso, tanto en tĂ©rminos de productividad como en bienestar laboral.
Un ejemplo que otros pueden seguir
Lo que más preocupa de este cambio en Amazon es la posibilidad de que otras grandes empresas sigan su ejemplo, desencadenando una tendencia en contra del trabajo remoto. Si bien es una estrategia que busca aumentar la eficiencia interna, algunos expertos ven en esta decisión una forma encubierta de reducción de personal, un “despido blando” que fuerza a los empleados a renunciar en lugar de enfrentar despidos directos. De hecho, muchos anticipan que el fin del teletrabajo en Amazon provocará una fuga de talento, especialmente entre aquellos profesionales que valoran la flexibilidad y el equilibrio entre su vida personal y profesional.
Con este movimiento, Amazon abre una puerta incierta en un mundo donde muchas empresas aĂşn valoran el trabajo remoto como una herramienta para atraer y retener a los mejores profesionales.