Cluely, la polémica inteligencia artificial creada por un estudiante suspendido de Columbia, ya ha recaudado más de 5 millones de dólares
Lo que comenzó como un “truco” para entrevistas técnicas ha mutado en algo mucho más ambicioso y preocupante. Cluely es el nuevo proyecto de inteligencia artificial invisible creado por Chungin Lee, un estudiante suspendido de la Universidad de Columbia, que promete asistencia en tiempo real durante cualquier tipo de interacción, desde entrevistas de trabajo hasta citas amorosas, reuniones laborales o exámenes académicos. Y lo más impactante: la startup ya ha conseguido levantar 5,3 millones de dólares en inversión.
De Interview Coder a Cluely: el salto de las entrevistas a cualquier escenario
El germen de esta historia está en Interview Coder, una herramienta lanzada por Lee que permitía consultar una IA en directo durante entrevistas laborales. El sistema, sin ser detectado por el entrevistador, ofrecía respuestas técnicas, sugerencias y soluciones en pantalla, generando polémica en redes por su capacidad para hacer trampa con total impunidad.
Pero Lee no se detuvo ahí. Cluely es la evolución directa de aquella herramienta, una IA diseñada para funcionar en segundo plano, de forma completamente invisible, interpretando tanto lo que se ve en pantalla como lo que se escucha por el micrófono. Es, básicamente, una especie de "ángel guardián tramposo" que susurra soluciones al oído en tiempo real.
Un lanzamiento digno de Hollywood... con un presupuesto a la altura
Para presentar Cluely al mundo, Lee no ha escatimado en gastos. El vídeo de lanzamiento una parodia de una cita romántica en la que el protagonista depende totalmente de la IA para responder preguntas tan básicas como su edad ha costado más de 100.000 dólares, una cifra insólita para un proyecto en fase inicial.
El vídeo ha despertado todo tipo de opiniones. Mientras algunos lo califican de brillante campaña de marketing, otros lo ven como un intento fallido de justificar una tecnología que bordea lo antiético. Lo cierto es que la escena resulta tan absurda como inquietante: el protagonista no puede responder ni a "¿Cómo te llamas?" sin la ayuda de Cluely.
Tecnología, ética y trampas: el dilema en el centro del debate
Lee se defiende argumentando que su IA no es una trampa, sino una evolución natural del uso de herramientas inteligentes. "Cada tecnología ha hecho a la gente más inteligente y el mundo siempre entra en pánico al principio", ha dicho. Pero la realidad es que esta visión optimista choca de frente con las implicaciones éticas de usar una IA que sugiere respuestas en tiempo real sin que nadie lo note.
Cluely puede asistir en reuniones de ventas, presentaciones, exámenes y hasta en interacciones personales. Lo preocupante no es solo su versatilidad, sino el hecho de que su uso es prácticamente indetectable, lo que plantea preguntas incómodas sobre el futuro de la honestidad en entornos digitales.
¿El futuro de la productividad o el principio del fin?
Más allá de la controversia, la herramienta ya está disponible para Mac y para Windows, con planes desde 0 dólares hasta 20 mensuales. Lo inquietante es su potencial escalabilidad: si se populariza, podría redefinir el concepto de preparación, mérito e incluso autenticidad en las relaciones humanas.
¿Estamos ante una herramienta revolucionaria o ante el primer gran caballo de Troya de la era IA? La respuesta aún no está clara, pero una cosa es segura: Cluely ha puesto sobre la mesa un debate que va mucho más allá de la tecnología.
