Una medida que genera inquietud y despierta controversias
OpenAI ha empezado a solicitar verificación de identidad para poder acceder a ciertos nuevos modelos de inteligencia artificial a través de su API, concretamente el modelo O3 y, probablemente, también el O4-mini, según confirmaciones vistas en foros oficiales, documentación de ayuda de OpenAI y publicaciones de usuarios.
La verificación implica que los usuarios deberán presentar documentos oficiales, como un DNI o pasaporte, para confirmar su identidad. Esto no afecta, de momento, al acceso general a ChatGPT o a otros productos de consumo, sino específicamente al acceso vía API de los nuevos modelos.
Esta decisión, aunque no ha sido ampliamente anunciada por OpenAI de forma pública, sí ha sido reflejada en actualizaciones de sus políticas oficiales y reconocida en la comunidad técnica. La noticia ha generado preocupación entre usuarios y desarrolladores, ya que marca un giro importante hacia un control más estricto del acceso a sus herramientas más avanzadas.
¿Por qué OpenAI pide ahora verificación de identidad?
Según lo que se puede deducir de los cambios introducidos y reportes de medios como TechCrunch, OpenAI busca evitar usos indebidos de sus modelos, especialmente el metaentrenamiento o la recolección masiva de datos a través de su API. Se ha especulado que esta medida responde, en parte, a incidentes recientes donde grupos externos, como laboratorios basados en China (por ejemplo DeepSeek), habrían aprovechado el acceso a la API para entrenar sus propios modelos, algo que viola las políticas de OpenAI.
La exigencia de verificación apunta, por tanto, a asegurar que quienes acceden a los modelos son usuarios legítimos y a dificultar prácticas que puedan comprometer la propiedad intelectual de OpenAI. También sirve como una barrera para frenar automatizaciones masivas o accesos no autorizados.
¿Qué datos recopilará OpenAI durante este proceso?
El proceso de verificación va mucho más allá de solicitar un documento de identidad. Según la información oficial, OpenAI podría recopilar:
- Nombre completo
- Dirección física y correo electrónico
- Número de teléfono
- Información demográfica (fecha de nacimiento, nacionalidad)
- Archivos de verificación (documentos gubernamentales, audios, fotos)
- Información del dispositivo (IP, sistema operativo, navegador, cookies, identificadores de dispositivo y configuración).
Esta amplitud de datos ha levantado serias preocupaciones sobre la privacidad, recordando otras polémicas recientes en el sector, como el caso de DeepSeek, que pudo recolectar datos sensibles de dispositivos de usuarios sin una autorización explícita.
La ironía es evidente: mientras que antes se criticaba duramente a compañías chinas por prácticas invasivas, ahora OpenAI exige una cantidad aún mayor de datos, pero sin el mismo revuelo mediático.
Contradicciones en la industria de la inteligencia artificial
Este movimiento de OpenAI no llega en un contexto aislado. En las últimas semanas, la propia compañía ha sido acusada de infringir políticas de otras plataformas, como cuando utilizó material de YouTube para entrenar su generador de video Sora. En un entorno donde las grandes tecnológicas se acusan mutuamente de violaciones éticas mientras protegen celosamente sus propios activos, la exigencia de verificación parece una jugada lógica, aunque no exenta de controversia.
Así, se dibuja un panorama donde las reglas se endurecen para los usuarios, pero las grandes empresas siguen actuando en una zona gris difícil de regular.
¿Qué podemos esperar a futuro?
Por ahora, la verificación de identidad será un requisito solo para acceder a modelos de nueva generación vía API, como O3 y probablemente O4-mini. Sin embargo, nada garantiza que esta política no se extienda en el futuro a otros servicios de OpenAI, incluyendo ChatGPT y sus productos comerciales.
En un mundo donde el acceso a la inteligencia artificial es cada vez más valioso y disputado, OpenAI parece apostar por un ecosistema más cerrado y controlado. Para los usuarios, la pregunta es clara: ¿estamos dispuestos a entregar cada vez más datos a cambio de seguir accediendo a la IA?
El tiempo dirá si este es solo el primer paso hacia una nueva era de identificación obligatoria en el mundo de la inteligencia artificial.
Aun que recordemos que, si nos dan una herramienta tan potente y valiosa como ChatGPT a cambio de nada, lo más probable es que la forma de pagar por ella acabe siendo nuestra información, sin duda.
