Una vida dedicada a la democratización de la programación
Thomas Eugene Kurtz, falleció el 12 de noviembre de 2024 a los 95 años, dejando un legado inmenso en el mundo de la tecnología. Junto a John G. Kemeny, desarrolló en 1964 el lenguaje de programación BASIC (Beginner's All-purpose Symbolic Instruction Code), con la firme intención de hacer la informática accesible a todos. En una época dominada por lenguajes complejos reservados a científicos y especialistas, Kurtz y Kemeny visualizaron un futuro en el que cualquier persona, sin importar su experiencia técnica, pudiera interactuar con las computadoras.
BASIC no solo simplificó el acceso a la programación, sino que también sentó las bases para la popularización de los microordenadores durante las décadas de 1970 y 1980. Modelos icónicos como el Commodore 64 o el Apple II integraron versiones de este lenguaje, marcando una generación que aprendió a programar a través de comandos básicos pero poderosos.
Un precursor de la informática universal
La visión de Kurtz trascendió la creación del BASIC. Fue un defensor de la informática como herramienta universal, algo que impulsó desde su labor como profesor en el Dartmouth College. Además, promovió sistemas de tiempo compartido, como el Dartmouth Time-Sharing System, que permitieron que múltiples usuarios accedieran simultáneamente a recursos computacionales, una idea revolucionaria en su tiempo.
El impacto de su trabajo no solo se midió en avances tecnológicos, sino también en la manera en que inspiró a millones de personas. Para muchos, BASIC fue su primer contacto con la programación, y el inicio de carreras profesionales en el ámbito tecnológico.
Un legado que perdura
Aunque BASIC ha sido reemplazado en gran medida por lenguajes modernos, su influencia es innegable. Representa un símbolo de una era donde la curiosidad y el aprendizaje autodidacta florecieron gracias a la tecnología. Hoy, conceptos como la educación STEM, los entornos de programación simplificados y las herramientas de código abierto pueden rastrear su origen hasta las ideas pioneras de Kurtz y Kemeny.
Con su partida, el mundo tecnológico pierde a un visionario, pero su obra continúa viva en los fundamentos de la informática moderna. Desde los primeros pasos con el BASIC hasta los sistemas avanzados de hoy, Thomas Eugene Kurtz nos recuerda que la tecnología debe estar al servicio de todos.
Así que este último adiós se lo diré como el mismo lo hubiese hecho:
PRINT "Descanse en paz, Thomas Eugene Kurtz, un verdadero referente de la informática."
