En el panorama del SEO, la optimización de un sitio web a menudo genera debates intensos. Recientemente, una publicación en LinkedIn de un usuario ha reavivado una cuestión esencial: ¿qué pesa más para Google, la estructura de URLs o el interlinking? Según este usuario, muchas personas creen erróneamente que la jerarquía de las URLs es clave para que los motores de búsqueda comprendan la arquitectura de un sitio. Sin embargo, la realidad es diferente: Google pone un mayor énfasis en la forma en que las páginas se enlazan internamente, ya que esta red de conexiones define qué partes del sitio son más importantes. Esta dinámica, conocida como link juice, otorga autoridad a las páginas que reciben más enlaces internos.
El interlinking no solo facilita la navegación del usuario, sino que también ayuda a los motores de búsqueda a rastrear el sitio de manera eficiente. Por ello, priorizar una estrategia sólida de enlaces internos permite distribuir adecuadamente la autoridad entre las páginas y destacar aquellas que tienen mayor relevancia. Mientras tanto, la estructura de URLs, aunque útil para el rastreo y organización, no ejerce un impacto tan significativo en el posicionamiento orgánico.
La postura respaldada por Google
El usuario que inició el debate apoyaba su argumento en directrices de Google. En su publicación, explicaba que Google no utiliza la estructura de las URLs para entender la jerarquía de un sitio web. Según su análisis, el algoritmo de búsqueda se basa principalmente en la red de enlaces internos para identificar qué páginas son más relevantes dentro de una web. Esto implica que, aunque una URL bien diseñada puede facilitar el rastreo y la organización, el interlinking desempeña un papel mucho más crucial en la arquitectura a ojos de Google.
Este planteamiento refleja un cambio de perspectiva en cómo se debe abordar la optimización de un sitio. En lugar de obsesionarse con estructuras de URLs complejas, es más efectivo diseñar estrategias de interlinking que conecten páginas clave y aseguren que aquellas de mayor relevancia reciban la atención que merecen. En otras palabras, una red de enlaces internos bien estructurada es el pilar para maximizar el impacto SEO.
Una experiencia que pone en duda el enfoque
El argumento del primer usuario no quedó sin respuesta. Otro usuario de LinkedIn, ajeno al ámbito profesional del SEO, compartió una experiencia personal que parecía contradecir la idea de que la estructura de URLs no influye en el posicionamiento. Según relató, una de sus páginas, que anteriormente tenía un alto tráfico orgánico, sufrió una caída drástica tras cambiar su slug (la parte que acompaña al dominio en una url) para ajustarlo a una nueva arquitectura. Este ajuste, implementado con la intención de mejorar la organización del sitio, resultó en una pérdida casi total de visibilidad y tráfico.
Aunque este caso puede parecer una contradicción, también pone de relieve un aspecto crucial: las modificaciones en la estructura de URLs deben gestionarse con extremo cuidado. Si no se acompañan de redirecciones adecuadas y de una planificación estratégica sólida, estos cambios pueden desorientar tanto a los usuarios como a los motores de búsqueda, causando consecuencias negativas, aunque generalmente temporales.
La intervención de John Mueller
En medio de esta discusión, John Mueller, Senior Search Analyst de Google, intervino para ofrecer una visión más equilibrada. Mueller señaló que los cambios en las URLs, cuando se realizan correctamente, no deben causar pérdidas permanentes de tráfico. Sin embargo, advirtió que las redirecciones son esenciales y que los resultados de estos ajustes pueden tardar en estabilizarse. Su consejo fue claro: las estrategias SEO deben ser diseñadas con una perspectiva a largo plazo, y la paciencia es clave durante los periodos de transición.
Mueller también destacó que, aunque las modificaciones en la estructura de URLs pueden ser necesarias, el verdadero impacto en el SEO proviene de otros factores, como el interlinking. En su opinión, muchos problemas surgen porque los administradores de sitios subestiman el tiempo que Google necesita para procesar y adaptar cambios significativos. Por ello, insistió en la importancia de una planificación meticulosa.
La lección principal: priorizar el interlinking
El debate está dejando una conclusión clara: aunque una estructura de URLs bien diseñada puede ayudar a la navegación, es el interlinking el que define como de bien posicionadas estarán las páginas en los resultados de búsqueda. El flujo de autoridad generado por los enlaces internos marca la diferencia al destacar las páginas clave de un sitio.
Por este motivo, los profesionales del SEO nos centramos en desarrollar estrategias de interlinking sólidas y consistentes. Aunque la arquitectura de URLs sigue siendo importante, se debe priorizar la red interna de enlaces, que está demostrando ser el verdadero factor decisivo para maximizar el rendimiento en los motores de búsqueda.