Mozilla Foundation, la organización detrás de uno de los navegadores más utilizados del mundo, ha anunciado una reestructuración significativa que incluye la eliminación de sus divisiones de programas globales y de defensa del internet libre. Este cambio supone un recorte de aproximadamente el 30% de su plantilla, lo que se traduce en el despido de alrededor de 120 empleados. Esta decisión no solo representa un golpe a la capacidad operativa de Mozilla, sino que también deja un vacío en la defensa activa por una internet abierta, una causa que ha sido fundamental para la compañía durante años.
El impacto de la reestructuración y el futuro de la misión de Mozilla
Desde su fundación, Mozilla ha sido un referente en la lucha por una internet accesible y sin barreras. La decisión de reorientar su enfoque, argumentan desde la organización, responde a la necesidad de ajustar sus estrategias en un panorama digital cada vez más cambiante. Sin embargo, para muchos, esta reestructuración parece contradecir su misión, especialmente en un momento en el que el acceso libre a la información sigue siendo un tema crucial a nivel global.
La reducción de personal en Mozilla no es un caso aislado, ya que se suma a una ronda de despidos previa, en febrero, en la que también se perdieron 60 puestos de trabajo en otras áreas de la empresa. Con estos recortes, Mozilla enfrenta el desafío de mantener su compromiso con la defensa de la privacidad y la libertad en internet, pese a contar con recursos humanos significativamente menores.
Una batalla sin sucesor claro
El anuncio de Mozilla deja a sus seguidores y defensores de la privacidad en un limbo, ya que no hay una organización clara que pueda ocupar el lugar de Mozilla en esta lucha. Mientras que navegadores competidores como Chrome y Edge centran sus esfuerzos en otros aspectos, como la batalla contra las extensiones bloqueadoras de anuncios o el incremento de funcionalidades nativas, Mozilla se enfrenta a la necesidad de definir cómo seguirá siendo un actor relevante en esta causa.
Pese a la incertidumbre, la comunidad de internet sigue confiando en la fortaleza del movimiento en defensa de un internet libre, esperando que otras organizaciones y proyectos puedan también aportar a la misión.